martes, 20 de septiembre de 2016

Mi primer contacto

Recuerdo una tarde, me encontraba en una librería buscando “algo para leer".  De repente mis ojos se posaron en el titulo de un libro que decía: “UN VERDADERO DESPERTAR”, autor: Joe Vitale. De inmediato la voz en mi cabeza me dijo: ¡Compralo! Y aquí comienza mi primer contacto con Ho’oponopono.
En esas fechas me encontraba saliendo de una crisis de fibromialgia, enfermedad  que sufrí durante más de 10 años sin saber que la padecía.  Esta enfermedad es llamada también la enfermedad de las emociones contenidas,  ataca el cuerpo inflamando las articulaciones provocando dolor agudo y cansancio crónico. Los días de crisis la enfermedad llega a postrar a las personas en cama y es más común en mujeres.
No sabía que esa enfermedad se manifestaba en mí por alguna causa emocional: ODIO, RESENTIMIENTO, IRA, ENVIDIA o tal vez todas al mismo tiempo. En efecto,  durante muchos años albergué odio y resentimiento hacia todos y todo a mi alrededor. El odio es una emoción contagiosa  que consume de una manera  lenta y dolorosa. El odio es transmitida desde el vientre materno, incluso se habla que desde el ovulo y el espermatozoide ya la información está en los genes. Después cuando somos pequeños nos es reafirmado el odio con la educación, todo a nuestro alrededor puede ser conexión con el odio, claro, también existe el amor, pero por ahora nos vamos a avocar a este tema en particular, pues es el causante de tanta desdicha en este planeta. El odio produce muchísimas enfermedades. En la búsqueda de mi sanación de fibromialgia, encontré información acerca de que todo viene de la parte emocional. Al hacerme consciente de esto comencé a trabajar en mí, buscando más información de cómo ayudarme por medio de la red y los libros. El universo comenzó a responder a mis suplicas de ayuda para encontrar la verdad. 
Después de leer el libro de Joe donde habla del Dr. Len y una técnica ancestral que le ayudó a curar  enfermos mentales en un hospital psiquiátrico por medio de frases, comencé a  repetirlas por primera vez: LO SIENTO, PERDÓNAME, TE AMO, GRACIAS, algo comenzó a cambiar dentro de mí, una fuerza suprema se movió en mi corazón, rompí en llanto y comenzó mi curación en ese momento, seguí repitiendo las frases una y otra vez, una y otra vez, durante todo el día y cada vez me iba sintiendo más libre, más ligera de equipaje, más limpia. Los días subsecuentes comencé a sentirme feliz pues el humor me cambió y la amargura me iba abandonando. Seguí repitiendo las frases una y otra vez durante las horas del día. Hice este ejercicio 3 semanas, en las cuales me fui sintiendo prácticamente “curada”.  ¡Milagro! Pensaba, ¡Esto es un verdadero milagro! ¡Si funciona!
El exceso de confianza no tardo en hacer de las suyas, deje de practicar el ho’oponopono entrando la cuarta semana, pues me sentía perfecta, y sana. La soberbia me invadía una vez más pues sentía que con un lapso tan corto de tiempo ya me había sanado de tantos años de veneno emocional,  ¡nada más lejos de la verdad!  Con el tiempo he aprendido que el tratamiento de ho’oponopono tiene un pico sanador por así decirlo dentro de la crisis curativa que es lo que posteriormente yo experimenté  al igual que muchos de mis alumnos de  los talleres de ho’oponopono.  Esta técnica divina arrasa con los demonios que te acompañan durante tantos años: ira, sufrimiento, resentimiento, odio, ambición, envidia, chisme, soberbia, mentira, vicios, lujuria, etc. Pero es importante seguir trabajando todo el día y todos los días con ho’oponopono,  pues estos demonios regresan multiplicados para atacar después de una o dos semanas de tratamiento y si no estás blindado con estas oraciones poderosas, te dan una muy buena “revolcada energética”. En fin, mas adelante te hablaré con mas  detalle de que es ho'oponopono y como aplicar la técnica. Gracias por leerme. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario